El Palacio de Moutas y la imponente Colegiata tienen el protagonismo de la plaza, pero el conjunto proyectado por  Fernando Ignacio Arango Queipo incluyó además una serie de casas para los capellanes.

Las Casas de los Canónigos, que se ubican frente a la Colegiata, fueron sufragadas por Fernando Arango y estaban ideadas como viviendas para sus capellanes, a los que también se les asignaba una renta.

En un primer momento, se proyectaron un total de nueve viviendas, de las que solamente fueron levantadas seis, en el primer cuarto del siglo XVIII. Pero al parecer no fueron estos los únicos recortes que se realizaron en la imponente obra pía del obispo. El fundador dispuso medios para mantener una escuela y dotar a las hijas de familias hidalgas que contrajesen matrimonio, pero la construcción de la colegiata y el palacio consumieron buena parte de esos recursos.

En origen las casas eran todas iguales, de planta rectangular y dos pisos, con soportales abiertos en la planta baja. Con el paso de los años han ido sufriendo reformas. En la actualidad, en muchas de ellas se ha cerrado la planta baja y en algunas se ha añadido buhardilla, pero no han perdido su encant clásico.

Puedes conocer más acerca de las Casas de los Canónigos escuchando la audioguía.